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lunes, 27 de agosto de 2018

Boletín de Prensa de la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana.



BOLETIN DE PRENSA.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
El 1 de julio de 1997 se promovió e impuso a través del congreso de la unión la reforma estructural al sistema de pensiones de los trabajadores del apartado A asegurados en el IMSS. A partir de ese momento el sistema público de pensiones de beneficio definido se sustituyó por otro de capitalización individual y administración privada de los fondos de pensiones a través de las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE).  Se ofreció que derivado del esfuerzo y ahorro individual, el trabajador alcanzaría a pensionarse con un setenta por ciento de tasa de reemplazo del último salario devengado y así acceder a una vejez digna.
En 2007 con el mismo fin y argumentos se reformó la ley del ISSSTE, afectando a los trabajadores del apartado B. Así el sistema pensionario solidario e intergeneracional se desapareció y cambió por uno de cuentas individuales. Para su funcionamiento crearon un mecanismo de administración privado que en nombre y representación de los trabajadores tiene la facultad de comprar acciones de una Sociedad de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro (SIEFORE), todo regulado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR).
Después de veintiún años, el mecanismo maneja más de sesenta millones de cuentas individuales y tiene acumulado activos netos de tres billones cuatrocientos mil millones de pesos, casi el quince por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, esa enorme cantidad de recursos acumulados solamente ha beneficiado a un puñado de instituciones financieras, que incluso cobran comisiones por el manejo de cuentas inactivas; en detrimento de millones de trabajadores ahorradores dueños del dinero. Por datos de la CONSAR se reconoce que para los primeros trabajadores del sistema AFORE que están por jubilarse en el 2021, a los 65 años de edad, la tasa de reemplazo será del treinta por ciento o menos, debido a que no alcanzarán las semanas cotizadas producto de la precarización del trabajo derivado de la reforma a la ley federal del trabajo de noviembre de 2012.  
 Por lo que podríamos concluir que como negocio privado la AFORE son una mina de oro, en la que el trabajador pone el dinero y el capital se lleva la ganancia, al tiempo que decide en dónde los invertirá y el riesgo que existe y si hay pérdidas, las carga al ahorrador. Esto además de injusto es profundamente inhumano pues las pensiones deberían ser la garantía para que un trabajador al final de su vida laboral, pudiera pasar su vejez sin problemas económicos.
Por todo lo anterior y para recobrar el carácter solidario e intergeneracional de las pensiones, la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana A.C. (CONJUPAM), acordó en su Cuarto Congreso Nacional de septiembre de 2016, expedir e impulsar una Iniciativa de Ley Ciudadana que abrogué la Ley que dio origen a las AFORES y en su lugar proponemos crear una nueva Ley de Pensiones (LEPE) y la creación del Instituto Nacional de Pensiones (INAPE) en sustitución de la CONSAR. El INAPE estaría integrado con una representación tripartita de trabajadores, patrones y gobierno y las funciones de Dirección y Administración estarian a cargo de auténticos representantes de los trabajadores y pensionados por medio de un Consejo Técnico y un Consejo de Vigilancia como principales rectores de su funcionamiento. Además de ser incluyentes para todos los trabajadores del apartado A y B, formales, informales e independientes, que permita dar certidumbre a todos de que podrán obtener una pensión verdaderamente digna al término de su vida laboral.
En la misma Iniciativa de Ley Ciudadana planteamos el rechazo a cualquier pretensión de la universalización de los servicios de salud, manteniendo la Seguridad Social Solidaria y de Reparto. También se plantea la eliminación del impuesto de la renta de las jubilaciones y pensiones toda vez que dichas percepciones son producto de fondos contributivos, los cuales en su momento fueron sujetos de pago de impuestos. Finalmente, en cuanto a los Adultos Mayores proponemos impulsar la participación organizada de este importante sector que constituye el diez por ciento de la población del país, construyendo contrapesos para erradicar las políticas asistencialistas que se reducen al incremento de la llamada pensión no contributiva, lo que es totalmente insuficiente si no se lucha por demandar el pleno cumplimiento a sus derechos humanos integrales.
La Iniciativa de Ley Ciudadana es un concepto sustentado en los artículos 35 y 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establecen el derecho de todos a promover iniciativas de ley. Para lograr introducir al Congreso una Iniciativa de Ley se pide como requisito acompañarla con un número de firmas ciudadanas; que actualmente es aproximadamente de por lo menos ciento treinta mil. En ese sentido estamos llamando a la ciudadanía a que si están de acuerdo con los planteamientos propuestos nos apoyen con su firma.
Les informamos que, para ahondar en los detalles de dicha Iniciativa, estamos convocando a una Conferencia de Prensa para el día 29 de agosto a las 9 horas en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas, noveno piso de Insurgentes 98, colonia Tabacalera de ésta Ciudad de México.
Por su atención.
GRACIAS.
CONFEDERACIÓN DE JUBILADOS, PENSIONADOS Y ADULTOS MAYORES DE LA REPÚBLICA MEXICANA A.C.
Responsable: Jorge Herrera Ireta (Vicepresidente).    
Ciudad de México 27 de agosto de 2018.

La Nueva Central de Trabajadores se alista para nuevas batallas.

 La Nueva Central de Trabajadores se alista para nuevas batallas.


Los días 24 y 25 de agosto de 2018, se realizó en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas la Segunda Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores, en ella se dieron cita representantes, dirigentes y militantes de sindicatos, cooperativas y miembros del movimiento social mexicano, para discutir, analizar y tomar acuerdos sobre las próximas acciones a realizar ante el nuevo panorama político nacional.

La Segunda Conferencia se desarrolló a través de siete mesas temáticas: Energía; Educación; Jubilados y Pensionados; Jóvenes; Género; Cooperativismo; y Trabajadores Públicos.

La Segunda Conferencia considera que el pueblo de México asestó, en las elecciones del 1 de julio, un “golpe formidable a los partidos neoliberales que lo mal gobernaron durante los últimos 30 años”, los resultados electorales expresaron el descontento social acumulado, la persistencia de innumerables luchas de resistencia obrera, campesina y popular en contra de la pobreza, el despojo, la injusticia y represión.


Sin embargo, para consolidar un cambio político, económico y social se necesita de la participación constante de las organizaciones democráticas y la articulación de las diversas resistencias en contra de las políticas neoliberales, que violentan al pueblo y los trabajadores; sin ello, el neoliberalismo seguirá imperando como política de gobierno. El movimiento social debe constituirse como un contrapeso a los poderes fácticos, con capacidad de interlocución para solucionar conflictos existentes y presentar propuestas políticas, legislativas, organizativas, etc., en favor del pueblo.

La derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) muestra la debilidad del sindicalismo corporativo clientelar, situación que debe ser aprovechada por los trabajadores para aumentar su participación política a fin de acabar con las organizaciones pro patronales, la Nueva Central de Trabajadores refrenda la lucha por la democratización, autonomía sindical y defensa de los derechos laborales.


En lo inmediato la NCT se pronuncia por detener las medidas neoliberales y sus efectos negativos en la población, acabar con el aumento a los precios de la gasolina, luz, gas natural, detener la inflación y carestía, eliminar el “tope salarial” para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores; emplear todas las medidas que sean necesarias para terminar con la violencia de la “guerra contra elnarcotráfico” y la ola de feminicidios, desapariciones, violaciones y todo tipo de violencia en contra de las mujeres.

El nuevo gobierno en la presidencia de la república, abre un periodo de posibilidades para que las fuerzas populares impulsemos la solución integral de nuestras demandas: la abrogación de las reformas estructurales, en especial de la Reforma Laboral, Educativa y Energética; el acceso al agua y la energía como derechos humanos fundamentales; la eliminación de la precariedad laboral y los “nuevos esquemas laborales”; creación de un régimen de jubilaciones social y solidario; el fomento al trabajo cooperativo y los esquemas de economía solidaria; la eliminación del sindicalismo corporativista a través de la democratización de los mismos; la creación de una nueva legislación con carácter social, pensada en favor de los trabajadores; por la eliminación de la desigualdad laboral y salarial entre hombres y mujeres; la protección de los derechos de la juventud trabajadora; acceso a educación, salud y trabajo a todos los jóvenes; y la defensa del territorio en contra de los mega proyectos extractivistas.

Lo anterior se convierte en parte de nuestra plataforma de lucha. La clase trabajadora, los movimientos sociales, la izquierda, debemos actuar para que éste momento de transición, de cambio político derivado de las elecciones, conduzca hacia un proceso de transformación real del país bajo un gobierno verdaderamente representativo de la mayoría del pueblo mexicano.

Para ello la Nueva Central promoverá distintas iniciativas y campañas políticas, constituirá colectivos sectoriales en las diversas regiones donde tiene presencia, crear una escuela de formación política sindical y reforzará sus alianzas, en especial con la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE), el Concejo Indígena de Gobierno – Congreso Nacional Indígena (CIG-CNI), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y todas aquellas fuerzas populares dispuestas a organizarse y luchar en favor de un México más democrático, con justicia y dignidad para el pueblo.

FRATERNALMENTE.

Segunda Conferencia Nacional Nueva Central de Trabajadores. 
26 de agosto de 2018.

jueves, 23 de agosto de 2018

Mesas de Trabajo de la 2ª Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores.

Ubicación física de las mesas de trabajo de la 2ª CONFERENCIA NACIONAL DE LA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES que comienza el día de mañana a las 10.00 am

 ¡¡TODOS A LA CONFERENCIA!!

La Lucha por la Libertad y la Democracia Sindical en la Nueva Situación, DOCUMENTO A DISCUSIÓN EN LA 2ª CONFERENCIA.



DOCUMENTO A DISCUSIÓN EN LA 2ª CONFERENCIA.

LA PLATAFORMA LABORAL Y SINDICAL EN LA NUEVA COYUNTURA

• La Lucha por la Libertad y la Democracia Sindical en la Nueva Situación
 
Pese a todo, la derrota del PRI encierra enormes posibilidades de retomar la lucha por la democratización de los sindicatos y en general del mundo laboral. El debilitamiento del sindicalismo corporativo es manifiesto. Tanto así que en la segunda semana del mes de julio ya habían declarado, y lo siguen haciendo, a los cuatro vientos en sendas publicaciones de página entera su alineamiento con el gobierno de AMLO. Este por su cuenta, ha reiterado que no intervendrá directamente en contra de las direcciones charras afiliadas al PRI que encabezan al SNTPRM y al SUTERM, señalando que en todo caso serán los propios trabajadores quienes los releven bajo sus propios procedimientos estatutarios. No ocurre lo mismo en los sindicatos de empresa que emprenden la lucha por la libertad sindical donde el aparato patronal-sindical sigue imponiendo sus violentos métodos represivos para doblegar a los grupos en rebeldía que les disputan la conducción de la lucha obrera. Goodyear y Laboratorios Zerboni son ejemplo de ello. Está en veremos si López Obrador termina aceptando pactar con el viejo aparato corporativo, como en su momento también lo hizo Fox.

Vulnerable, al centro de la ofensiva mediática y sin respaldo oficial, el charrismo sindical de los anteriormente “poderosos” sindicatos nacionales de la industria energética y de los menguados servicios públicos de la salud y educación se hayan imposibilitados para retomar el control de sus bases. En el corto plazo viven una especie de periodo de gracia en tanto las fuerzas democráticas que buscan desplazarlos y los tiempos estatutarios maduran el proceso de relevo que por lo menos en el caso del sindicato petrolero es inevitable. ¿Qué vendrá después? ¿Cómo se repondrá la democracia en un sindicato que por décadas ha estado dominado por el corporativismo?

El primer impulso democratizador derivado de la derrota priista pudiera tener poco alcance y tender a localizarse en los sindicatos ya referidos. Un segundo impulso tendría que detonarse desde adentro y fuera de un sindicalismo en movimiento, sobre todo aquel que está asentado en las empresas privadas de la agroindustria, la maquila y la mediana industria y las industrias de punta ligadas al mercado exterior (automotriz, aeronáutica, autopartes, etc.). Esta lucha por la democracia sindical está dirigida en contra de los contratos y sindicatos de protección patronal lo que nos confrontan con las mafias sindicales que le dan garantías de control al capital. Tratándose de un proceso no espontaneo requiere de una elaborada planeación estratégica. La Nueva Central de Trabajadores tendrá que asumir esta tarea.

Podríamos decir que el proceso de recomposición del sindicalismo mexicano se ha puesto en marcha. Su impulso dará lugar a una nueva configuración de lo que hoy conocemos como sindicalismo corporativo. Su desmantelamiento no necesariamente dará lugar por si mismo al fortalecimiento del sindicalismo independiente. Para evitar la debacle es predecible su transformación en organizaciones neo corporativas a modo de respaldar las líneas de acción del gobierno en turno. Este proceso puede derivar al surgimiento de un nuevo agrupamiento sindical promovido desde el mismo gobierno cuyo eje central sea recuperar cierta capacidad de negociación sindical dentro de los parámetros de la reforma laboral del 2012 y sin cuestionar de fondo la relación capital trabajo. La Nueva Central de Trabajadores debe aparecer como una alternativa a esta recomposición de charrismo y ofrecer una alternativa real de organización autónoma. La liberación de Elba Esther Gordillo deja entrever la posibilidad de reciclar al charrismo sindical como contrapeso a los procesos de insurgencia sindical que puede detonar la coyuntura política y a favor de la “gobernabilidad” neoliberal del país.

A fin de evitar una recomposición del sindicalismo que derive en la prolongación del sometimiento político e ideológico de la clase trabajadora es necesario lanzar una iniciativa que reagrupe al sindicalismo democrático e integre a los desprendimientos del sindicalismo corporativo y de protección patronal cuya articulación gire en torno a la democracia sindical, independencia política, autonomía de clase y emancipación social, cuya lucha reivindicativa se exprese en una plataforma de lucha común que plantee la solución a los principales problemas económicos y sociales que viven a diarios los millones de trabajadores asalariados y asociados en el campo y la ciudad, el mar y el aire.

• Hacia la Convención Nacional Democrática de los Trabajadores.

Las condiciones estructurales que dieron paso al malestar social que derivo en el voto de castigo en contra de los neoliberales de Acción Nacional y del PRI no van a cambiar substancialmente. La continuidad del modelo está garantizada en la preservación y continuidad de las reformas estructurales impuestas en el último tramo de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La persistencia del modelo arrastrará tras de sí a todo el caudal de prácticas de expoliación del trabajo que derivan de la reforma laboral del 2012. El problema del desempleo, la terciarización, los bajos salarios, la sobre explotación de la fuerza de trabajo que en resumen han precarizado el trabajo no encontrarán una solución en las políticas del gobierno de AMLO. Será necesario promover distintas iniciativas de carácter legislativo para desmontar el andamiaje jurídico y procedimientos administrativos que someten a los trabajadores a favor del sindicalismo corporativo y patronal. Ahí estará sobre la mesa el destino de la reforma laboral pendiente para reglamentar la reforma constitucional del 2017. Así mismo, emplazar al gobierno a la solución de las demandas de los trabajadores mediante el diálogo y la movilización social sustentada en una plataforma de lucha unitaria del movimiento sindical y cooperativista democrático. La Estructura Ejecutiva Nacional tiene ya una propuesta de ruta para el impulso de este proyecto.

Como parte de esta estrategia proponemos una campaña nacional por la libertad sindical desplegada desde nuestra propia plataforma y de ser posible en alianza con otras fuerzas del sindicalismo democrático. Esta campaña es imprescindible para impulsar un nuevo ciclo de luchas obrero sindicales que tienen el propósito de alcanzar la independencia política de la clase trabajadora comenzando por la recuperación de las organizaciones sindicales de los trabajadores ahora en manos del corporativismo y el control patronal. Esta campaña debe estar ligada a la campaña de la organización de los no organizados.

La campaña por la libertad sindical debe desplegarse a nivel nacional y contar con todos los medios para sensibilizar a los trabajadores, orientar jurídicamente sus luchas, formar política e ideológicamente a sus activistas y dirigentes y fomentar la articulación de sus luchas con otras plataformas populares. Los compañeros del Cilas presentarán una propuesta a la Conferencia Nacional.

La Plataforma laboral sindical

1. Por la democratización del mundo laboral y sindical. Respeto al derecho al voto secreto y elección libre de sindicato, contrato colectivo y dirigentes para los trabajadores

2. Por la libertad sindical y la contratación colectiva. Ratificación del Convenio 98 de la OIT. Desaparición de los CCPP

3. Por una reforma laboral que reglamente la reforma constitucional de 2017 en un sentido progresivo, garantizando la democracia y la libertad sindicales, y la correcta y expedita impartición de justicia laboral

4. Por la derogación de la reforma laboral neoliberal del 2012

5. Por la derogación de la mal llamada reforma educativa

6. Por la formalización y la estabilidad en el empleo. Alto a la precarización del trabajo.

7. Por una verdadera reglamentación restrictiva del outsourcing, la subcontratación y cualquier fórmula de simulación de relaciones laborales que vulnere los derechos de los trabajadores

8. Por 100% de incremento a los salarios mínimos. Desaparición de la CNSM. Por un incremento equiparable de los salarios profesionales. ¡Anulación del tope salarial! Libre negociación bilateral de los salarios entre trabajadores y patrones

9. Jubilaciones y pensiones dignas. No al aumento de la edad de jubilación.

10. Desprivatización de las AFORES. Recuperación del carácter social y solidario de los fondos de retiro

11. Trabajo digno y estable para los jóvenes, no simples becas para sus empleadores

Mañana inicia la 2ª Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores

Mañana inicia la 2ª Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores


Busca afinar estrategias ante el novedoso periodo político que vive el país.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 23 de agosto de 2018

Los días 24 y 25 de agosto se llevará a cabo la 2ª Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores para analizar la “nueva situación política nacional, reagrupar sus fuerzas y diseñar una política que fortalezca al sindicalismo democrático, al cooperativismo y a la economía solidaria”.

La Nueva Central de Trabajadores (NCT), integrada por más de 70 sindicatos y 10 cooperativas, inaugura la conferencia a las 10 de la mañana y posteriormente organiza los trabajos en mesas temáticas que abordarán ejes como: energía, educación y cooperativismo.

El Colectivo de Cooperativas de la NCT abordará la agenda legislativa que contempla las leyes relacionadas con las cooperativas de ahorro y préstamo, de sociedades cooperativas, la general y la de la Ciudad de México, y la de economía social y solidaria, entre otras.

El sábado concluyen las actividades con la definición de tareas y un plan de acción para el nuevo periodo político que inicia el país.

Los trabajos de la conferencia se efectuarán en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas, ubicadas en la avenida Insurgentes, número 98, en la Ciudad de México.



La Coperacha
Fuente

lunes, 20 de agosto de 2018

2ª Conferencia Nacional de la Nueva Central de Trabajadores.


2da CONFERENCIA NACIONAL DE LA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES. Convocatoria


CONVOCATORIA
2da CONFERENCIA NACIONAL DE LA
NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES.
24-25 de agosto, sede del SME
Insurgentes 98, Colonia Tabacalera, Cd. de México.
A TODAS LAS ORGANIZACIONES INTEGRANTES DE LA NUEVA CENTRAL.
A TODOS SUS INSTANCIAS REGIONALES.
A TODOS SUS COLECTIVOS SECTORIALES Y TEMÁTICOS.
A SUS SIMPATIZANTES Y ADHERENTES.
Nuevos escenarios políticos se han abierto en el país después de las elecciones del 1 de julio. Para el pueblo trabajador en general y para el proyecto de la Nueva Central de Trabajadores en particular significan nuevas posibilidades y desafíos. La NCT se ha posicionado claramente antes y después de estas elecciones. Sin embargo, resulta indispensable rearmar nuestras estrategias y acciones. Para avanzar nacionalmente en ello, el Consejo Político Nacional CONVOCA A UNA GRAN 2da Conferencia Nacional de todas sus organizaciones integrantes y afines a realizarse los próximos días 24 y 25 de agosto en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas ubicada en Insurgentes 98 en la Ciudad de México.
La conferencia tiene como propósito:
OBJETIVOS.
1. Definir nuestra táctica de frente a la nueva situación política nacional.
2. Reagrupar y reorganizar a nuestras fuerzas y potenciar a nuestros colectivos sectoriales y temáticos.
3. Diseñar una política de alianzas que fortalezca al sindicalismo democrático, AL COOPERATIVISMO Y LA ECONOMIA SOLIDARIA; que contribuya a la unidad de las resistencias populares.
4. Integrar una plataforma de lucha y agenda legislativa que impulse la lucha reivindicativa de LA CLASE TRABAJADORA y plantee las transformaciones SOCIALES, económicas, políticas y laborales que expresen los intereses inmediatos e históricos QUE DEBEMOS EXIGIR.
PROGRAMA.
Viernes 24 de agosto.
09:00: Apertura Registro.
10:00: Plenaria de Inauguración.
11:00: Actividades temáticas y sectoriales. Se plantea que los participantes en estas mesas de trabajo formulen proyectos de resolución, plataformas de lucha, pronunciamientos solidarios y si es el caso agenda legislativa, estos insumos se llevaran a la reunión plenaria para su discusión y aprobación.
• Mesa de trabajo de Energía.
• Mesa de trabajo de Educación.
• Mesa de trabajo de Jubilados y Pensionados.
• Mesa de trabajo de Jóvenes.
• Mesa de trabajo de Género.
• Mesa de trabajo de Cooperativismo.
• Mesa de trabajo de Trabajadores Públicos.
14:00: Comida.
15:30: Continuación de los trabajos.
18:00: Fin de la jornada.
Sábado 25 de agosto (todo en Plenaria).
10:00: Relatorías de las Actividades.
11:00: Panel de exposiciones sobre la Situación Política Nacional.
12:00: Discusión.
14:00: Comida.
15:30: Tareas y Plan de Acción para el Nuevo Periodo.
18:00: Fin de la Conferencia.
Nota: para agilizar el registro de asistentes les sugerimos mandar sus datos de pre registro a nuestro correo Electrónico:
sinmexel@sme.org.mx Esta conferencia es de y para los trabajadores, por eso, llamamos a la amplia participación de nuestros trabajadores de base, órganos representativos y direcciones sindicales.
Fraternalmente.
¡¡Por la Emancipación de la Clase Trabajadora!!
Martín Esparza Flores.
Coordinador del Consejo Político Nacional.
México 8 de agosto de 2018.

jueves, 16 de agosto de 2018

Continuidad “Compensada” o Alternativa Real al Neoliberalismo y la Antidemocracia

La Nueva Central de Trabajadores frente a la Nueva Situación Nacional:
El pueblo de México ha asestado un golpe formidable a los partidos neoliberales que lo mal gobernaron durante los últimos 30 años. El descontento social acumulado, la persistencia de innumerables luchas de resistencia obrera campesina y popular en contra de la pobreza, el despojo, la injusticia y la represión encontraron en el 1 de Julio el día y la hora para ajustarle las cuentas a quienes se enriquecieron con el remate de los bienes de la nación y el desmantelamiento del carácter social de la Constitución Mexicana.
• El Contexto Internacional Tal acontecimiento histórico se da, en primer lugar, en un contexto internacional en el que la crisis global capitalista se recrudece y cobra nuevas expresiones. No existe ni de lejos la posibilidad de una recuperación económica prolongada o de expansión, y la búsqueda de salidas está llevando a las metrópolis imperiales, a los grandes poderes y capitales, a redefinir el mundo. En la “era Trump” se habla del fin de la globalización. Lo cierto es que se está replanteando toda la arquitectura que la globalización neoliberal armó en el periodo pasado y comienza a predominar una supuesta vuelta al “proteccionismo”, el chauvinismo fascista, la competencia entre las grandes potencias y una temida guerra comercial. Sólo que ahora el conflicto entre potencias capitalistas incluye a Rusia y, principalmente, a China. Y esa competencia y guerra comercial se traduce frecuentemente en conflictos bélicos, en intervenciones militares, en guerras regionales o en la amenaza de una nueva conflagración mundial. El peligro para la humanidad es enorme mientras el capitalismo se revuelve en su marasmo.
Como parte de lo mismo, el contexto internacional también está marcado por una ola de derechización y una profundización de los ataques neoliberales a nivel mundial. En particular en América Latina, la derecha ha conseguido con el apoyo del imperio echar para atrás o poner en peligro los avances antineoliberales que se habían conseguido en un periodo anterior, por medio de grandes campañas publicitarias con los medios masivos que controlan, campañas de desestabilización o de plano golpes de estado apenas disfrazados de “democráticos” o “anticorrupción”. El encarcelamiento de Lula es la culminación del golpe de estado que se vino construyendo en Brasil y pretende impedir una vuelta de la izquierda y las fuerzas progresistas.
Pero en aquellos países del Sur, y de hecho en toda América Latina, los pueblos resisten, los movimientos sociales y la izquierda representan e influyen en una gran parte de la sociedad de cada país, y el péndulo puede volver pronto a inclinarse a la izquierda. Es indispensable, sin embargo, sacar las lecciones también de las deficiencias y errores que facilitaron el regreso de la derecha neoliberal. Entre ellas, romper con la ilusión de que las alianzas con las derechas o sectores del capital, el “equilibrio” político, no dura prolongadamente. El capital y la derecha no perdonan. Sólo avanzar en las transformaciones sociales, políticas y económicas, y la organización determinante del pueblo pueden prevenirlo. Ni el dirigente más capaz puede sustituir eso, menos quien pretenda desde arriba y desde el “centro” mantenerse en el poder.
• El periodo de “transición” Al tiempo que se realiza una “transición de terciopelo” entre el gobierno de Peña Nieto y el que encabezará López Obrador, las medidas neoliberales no cesan. El continuo incremento en el precio de la gasolina repercute, de manera directa o indirecta, en todo lo demás. La inflación y la carestía no ceden, y junto con el tope salarial continúan deteriorando el poder adquisitivo de los trabajadores, por más que se hable de la recuperación del salario mínimo.
Por otro lado, no sólo la supuesta “guerra en contra del narco” continúa sumando víctimas a los 150 mil muertos, 30 mil desaparecidos y 250 mil desplazados que acumula hasta hoy, sino que el clima de violencia se expande en todo el país, incluso en las esferas políticas, y siguen multiplicándose alarmantemente los feminicidios. La aprobación de la Ley de Seguridad Interior, que legaliza la intervención de las fuerzas armadas en cualquier conflicto nacional, es una espada que pende amenazadora sobre todo el pueblo de México.
Las consecuencias de los pasados terremotos de septiembre siguen ahí, evidenciando a una clase política incapaz de hacerles frente, corrupta y preocupada más por sus carreras e intereses creados, por ejemplo con las grandes inmobiliarias, que por dar solución a las exigencias de los damnificados. Con ellos ha surgido otro sujeto social que cuestiona al estado como otros movimientos sociales en resistencia a lo largo y ancho del país.
• El Perfil del Nuevo Gobierno Lo más preocupante es lo que las últimas semanas después del 1 de Julio han ido perfilando para el futuro inmediato de nuestro país. El tan anunciado cambio de régimen aparece ahora, por lo menos en el plano económico, como continuidad. La ruta neoliberal que ha predominado como política económica de estado se prolonga en el tiempo, a la vez que se entrelaza con la reconfiguración geopolítica del capitalismo mexicano. Como contrapeso a la continuidad económica, se perfila el despliegue de una política asistencialista orientada hacia los grupos vulnerables de la población que puedan constituirse en una sólida y amplia base social del nuevo gobierno. La composición del nuevo gobierno y la definición de sus políticas públicas obedece a estas dos grandes líneas de acción que ya lo caracterizan en primera instancia.
El gobierno nacido del hartazgo no es un gobierno de los trabajadores. Antes del 1 de Julio quedó de manifiesto que la candidatura de AMLO se desplazaba del centro hacia la derecha en la medida que matizaba su discurso y lograba la interlocución con los grupos de poder que han dominado al país. En esa misma medida el riesgo de un nuevo fraude electoral se fue diluyendo. Se alejaba la posibilidad de la ruptura con el neoliberalismo y se perfilaba la modalidad que ahora recién toma su curso. Desde luego, esos poderes fácticos lo han aceptado con la condición de determinarlo, de acotarlo, de que no vaya más allá de lo que el capital y el neoliberalismo pueden consentir. Esto lo facilita el hecho de que el gobierno y Morena se viene llenando de cuanto arribista y trepador de izquierdas y derechas pueda haber, sobre todo de tránsfugas del PRI y el PAN. El gabinete y los principales operadores políticos ciertamente no vienen de la izquierda.
La apuesta económica del nuevo gobierno apunta a la reactivación del mercado interno y la relocalización de la inversión privada hacia las zonas económicas especiales; el rescate de las empresas públicas del sector energético para recuperar renta nacional y controlar los precios del gas, las gasolinas y la electricidad; destinar recursos públicos a la producción agrícola para reactivar el campo; lograr una rápida renegociación del TLCAN que sortee las políticas proteccionistas de Donald Trump. Con estos ejes del paquete económico se pretende encarar y remontar la crisis económica del país. Complementariamente se plantea eficientizar el gasto social destinado a los programas asistenciales reduciéndolos de 150 a 50 prioritarios, incrementar la inversión pública en proyectos productivos e incentivar la economía de la frontera norte del país mediante el incremento al doble del salario mínimo, la disminución del IVA del 15 al 8% y del impuesto sobre la renta del 30 al 20%. Ciertamente, tales medidas podrán tener un impacto económico en un primer momento, pero no resuelven de fondo los lastres dejados por el neoliberalismo ni sientan las bases para un desarrollo sostenido y justo para el país.
• La Disyuntiva El estado de ánimo de los sectores populares que votaron por la coalición “Juntos Haremos Historia” tiende a disiparse conforme se integran los equipos de transición, secretarias de estado y se confirma que no habrá marcha atrás a las reformas estructurales, a excepción, y limitadamente como ha señalado la CNTE, de la educativa que podría tener contados sus días. La efervescencia, sin embargo, aún sobrevive en algunos sectores sociales que o bien se beneficiarán directamente de las políticas asistenciales del nuevo gobierno o guardan la esperanza de que la suma de concesiones al gran capital nacional y extranjero solo sea parte de una estrategia de “engaño” que a la larga pueda revertirse con un súbito giro a la izquierda.
En cualquier caso, en los próximos meses y sobre todo después del 1 de julio casi todo escenario probable conduce a una situación nacional altamente conflictiva, a una enorme crisis política, y probablemente económica, que puede conducir a la reconfiguración del estado y puede abrir compuertas para redefinir a la nación si hay un sujeto social que lo pueda capitalizar. La victoria electoral no significa que estarán garantizados los intereses y reivindicaciones del pueblo trabajador, de las comunidades y pueblos, de los jóvenes y mujeres, la democracia verdadera o el desarrollo soberano de la nación; ni siquiera es seguro que se reviertan las reformas neoliberales o se recuperen los bienes nacionales privatizados. En realidad, lo que significará es que se abrirá la verdadera disputa, entre el capital y el trabajo, entre la democracia y el autoritarismo, entre la izquierda y la derecha, entre los movimientos sociales y los partidos, por definir el rumbo de la nación. Ahí iniciaría realmente la famosa “transición”. Pero la transición siempre va para algún lado. La derecha y los poderes fácticos, y las metrópolis imperiales, jalarán a ese gobierno hacia sus intereses o lo harán caer; la clase trabajadora, los movimientos sociales, la izquierda, debemos actuar para que ese momento político de transición, ese cambio político derivado de las elecciones, conduzca hacia la izquierda, hacia un proceso de transformación real del país bajo un gobierno constituyente verdaderamente representativo de la mayoría del pueblo mexicano. Aun para quienes desde los movimientos sociales hayan apoyado esta candidatura esta será la disyuntiva.
• La Lucha por la Libertad y la Democracia Sindical en la Nueva Situación Pese a todo, la derrota del PRI encierra enormes posibilidades de retomar la lucha por la democratización de los sindicatos y en general del mundo laboral. El debilitamiento del sindicalismo corporativo es manifiesto. Tanto así que en la segunda semana del mes de julio ya habían declarado, y lo siguen haciendo, a los cuatro vientos en sendas publicaciones de página entera su alineamiento con el gobierno de AMLO. Este por su cuenta, ha reiterado que no intervendrá directamente en contra de las direcciones charras afiliadas al PRI que encabezan al SNTPRM y al SUTERM, señalando que en todo caso serán los propios trabajadores quienes los releven bajo sus propios procedimientos estatutarios. No ocurre lo mismo en los sindicatos de empresa que emprenden la lucha por la libertad sindical donde el aparato patronal-sindical sigue imponiendo sus violentos métodos represivos para doblegar a los grupos en rebeldía que les disputan la conducción de la lucha obrera. Goodyear y Laboratorios Zerboni son ejemplo de ello. Está en veremos si López Obrador termina aceptando pactar con el viejo aparato corporativo, como en su momento también lo hizo Fox.
Vulnerable, al centro de la ofensiva mediática y sin respaldo oficial, el charrismo sindical de los anteriormente “poderosos” sindicatos nacionales de la industria energética y de los menguados servicios públicos de la salud y educación se hayan imposibilitados para retomar el control de sus bases. En el corto plazo viven una especie de periodo de gracia en tanto las fuerzas democráticas que buscan desplazarlos y los tiempos estatutarios maduran el proceso de relevo que por lo menos en el caso del sindicato petrolero es inevitable. ¿Qué vendrá después? ¿Cómo se repondrá la democracia en un sindicato que por décadas ha estado dominado por el corporativismo?
El primer impulso democratizador derivado de la derrota priista pudiera tener poco alcance y tender a localizarse en los sindicatos ya referidos. Un segundo impulso tendría que detonarse desde adentro y fuera de un sindicalismo en movimiento, sobre todo aquel que está asentado en las empresas privadas de la agroindustria, la maquila y la mediana industria y las industrias de punta ligadas al mercado exterior (automotriz, aeronáutica, autopartes, etc.). Esta lucha por la democracia sindical está dirigida en contra de los contratos y sindicatos de protección patronal lo que nos confrontan con las mafias sindicales que le dan garantías de control al capital. Tratándose de un proceso no espontaneo requiere de una elaborada planeación estratégica. La Nueva Central de Trabajadores tendrá que asumir esta tarea.
Podríamos decir que el proceso de recomposición del sindicalismo mexicano se ha puesto en marcha. Su impulso dará lugar a una nueva configuración de lo que hoy conocemos como sindicalismo corporativo. Su desmantelamiento no necesariamente dará lugar por si mismo al fortalecimiento del sindicalismo independiente. Para evitar la debacle es predecible su transformación en organizaciones neo corporativas a modo de respaldar las líneas de acción del gobierno en turno. Este proceso puede derivar al surgimiento de un nuevo agrupamiento sindical promovido desde el mismo gobierno cuyo eje central sea recuperar cierta capacidad de negociación sindical dentro de los parámetros de la reforma laboral del 2012 y sin cuestionar de fondo la relación capital trabajo. La Nueva Central de Trabajadores debe aparecer como una alternativa a esta recomposición de charrismo y ofrecer una alternativa real de organización autónoma. La liberación de Elba Esther Gordillo deja entrever la posibilidad de reciclar al charrismo sindical como contrapeso a los procesos de insurgencia sindical que puede detonar la coyuntura política y a favor de la “gobernabilidad” neoliberal del país.
A fin de evitar una recomposición del sindicalismo que derive en la prolongación del sometimiento político e ideológico de la clase trabajadora es necesario lanzar una iniciativa que reagrupe al sindicalismo democrático e integre a los desprendimientos del sindicalismo corporativo y de protección patronal cuya articulación gire en torno a la democracia sindical, independencia política, autonomía de clase y emancipación social, cuya lucha reivindicativa se exprese en una plataforma de lucha común que plantee la solución a los principales problemas económicos y sociales que viven a diarios los millones de trabajadores asalariados y asociados en el campo y la ciudad, el mar y el aire.
• Hacia la Convención Nacional Democrática de los Trabajadores. Las condiciones estructurales que dieron paso al malestar social que derivo en el voto de castigo en contra de los neoliberales de Acción Nacional y del PRI no van a cambiar substancialmente. La continuidad del modelo está garantizada en la preservación y continuidad de las reformas estructurales impuestas en el último tramo de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La persistencia del modelo arrastrará tras de sí a todo el caudal de prácticas de expoliación del trabajo que derivan de la reforma laboral del 2012. El problema del desempleo, la terciarización, los bajos salarios, la sobre explotación de la fuerza de trabajo que en resumen han precarizado el trabajo no encontrarán una solución en las políticas del gobierno de AMLO. Será necesario promover distintas iniciativas de carácter legislativo para desmontar el andamiaje jurídico y procedimientos administrativos que someten a los trabajadores a favor del sindicalismo corporativo y patronal. Ahí estará sobre la mesa el destino de la reforma laboral pendiente para reglamentar la reforma constitucional del 2017. Así mismo, emplazar al gobierno a la solución de las demandas de los trabajadores mediante el diálogo y la movilización social sustentada en una plataforma de lucha unitaria del movimiento sindical y cooperativista democrático. La Estructura Ejecutiva Nacional tiene ya una propuesta de ruta para el impulso de este proyecto.
Como parte de esta estrategia proponemos una campaña nacional por la libertad sindical desplegada desde nuestra propia plataforma y de ser posible en alianza con otras fuerzas del sindicalismo democrático. Esta campaña es imprescindible para impulsar un nuevo ciclo de luchas obrero sindicales que tienen el propósito de alcanzar la independencia política de la clase trabajadora comenzando por la recuperación de las organizaciones sindicales de los trabajadores ahora en manos del corporativismo y el control patronal. Esta campaña debe estar ligada a la campaña de la organización de los no organizados.
La campaña por la libertad sindical debe desplegarse a nivel nacional y contar con todos los medios para sensibilizar a los trabajadores, orientar jurídicamente sus luchas, formar política e ideológicamente a sus activistas y dirigentes y fomentar la articulación de sus luchas con otras plataformas populares. Los compañeros del Cilas presentarán una propuesta a la Conferencia Nacional.
• La agenda del movimiento social independiente. En todo el proceso electoral de 2018 predominó la lógica de privilegiar el fortalecimiento de régimen de partidos. La discrecionalidad en el tratamiento de las candidaturas independientes, la exclusión de la vocera del Consejo Indígena de Gobierno del proceso político, la exclusión del movimiento social de las coaliciones electorales y la ausencia de un frente político popular de carácter nacional que pusiera en la mesa su propio proyecto alternativo de nación terminaron por facilitar un relevo de poder, que por la vía electoral, desplazo sin grandes convulsiones políticas y sociales, a una fracción política de la oligarquía que gobernó por tres décadas al país, e instauró mediante el voto popular a un gobierno de coalición que, salvaguardando la continuidad del modelo, asume la necesidad de contrarrestar la polarización social que emerge de sus entrañas. Dicen entonces que ganó la democracia.
La exclusión del movimiento social independiente del poder ejecutivo en sus tres niveles de gobierno y cámaras del poder legislativo, con sus pocas excepciones, advierte la ausencia de una alianza formal del movimiento social con el nuevo gobierno; su proyecto político aparece entonces como continuidad de la lucha social por otros medios aún y cuando en el movimiento social perfiló en el último período distintos proyectos alternativos de nación de carácter antineoliberal que coincidían en la necesidad de convocar a una Nueva Constituyente de carácter popular. Esta vía, sin estar cancelada, no fue adoptada por el nuevo gobierno. Sin embargo, para el campo popular sigue siendo un eje central de su proceso de acumulación de fuerzas histórico.
Es imperativo construir un gran polo social alternativo capaz de influir en la conciencia de la gente, de abrir combate a la derecha neoliberal, de ser articulador del descontento social, de representar un dique contra la represión, de ser un bastión en la defensa de la democracia, de representar un verdadero contrapeso en el escenario político, de contrarrestar las tendencias de adaptación al sistema, de constituir una verdadera alternativa transformadora. Hay que empezar a hacerlo desde hoy.
Pero hay que ser objetivos e ir colocando piedra sobre piedra. Es necesario reconocer que el movimiento social y la resistencia están sumamente dispersos. Los intentos de unidad no dan el ancho y, siendo varios, son prueba precisamente de que no hay unidad.
En este camino es necesario avanzar en círculos concéntricos, en ir colocando cada engrane en su lugar. Indudablemente lo primero es relanzar la construcción de la propia NCT, retomar los acuerdos del Segundo Congreso. Este es el primer nivel de unidad, el estratégico de clase, entre las organizaciones que están comprometidas en avanzar en el nivel de organización de la clase trabajadora entendida en su sentido más amplio. Retomar los acuerdos del Segundo Congreso en sus distintos carriles, de manera central retomar el lanzamiento de una campaña de organización de los no organizados en las filas de la NCT, es el primer paso indispensable.
Al mismo tiempo, debemos proponernos levantar un bloque unitario con nuestros más cercanos aliados estratégicos, como la ANUEE y la Confederación de Jubilados. En el mismo nivel de unidad estratégica, aunque quizá en otra pista, deberíamos buscar consolidar las alianzas con el Consejo Indígena de Gobierno, o sea con los pueblos originarios, y con los movimientos y comunidades en resistencia a los megaproyectos, a la minería, en defensa del territorio y el agua, etc., así como con la CNTE.
Tales pasos son necesarios para buscar de una manera más sólida y eficaz una unidad más amplia con todas aquellas fuerzas sociales dispuestas a conformar un gran polo social alternativo, un sujeto social capaz de construir grandes movilizaciones y cambiar la correlación de fuerzas, cualquiera que sea el nuevo gobierno que surja. Un gran evento nacional de los movimientos sociales para discutir las perspectivas de la lucha para derrotar al neoliberalismo y avanzar en la transformación social del país más allá de las elecciones es una tarea que tenemos enfrente.
• La Convergencia de Plataformas. A lo largo de la obscura noche neoliberal se han desplegado innumerables luchas de resistencia a lo ancho y largo del país. 30 años de resistencia popular acumularon una basta experiencia de lucha, de formas organizativas y procesos de construcción que hoy en día cobran vida en organismos populares sectoriales y/o temáticos constituidos que adquieren un carácter nacional.
Las plataformas constituidas para resistir el despojo de la tierra y el agua, la imposición del extractivismo y la minería a cielo abierto, la cancelación de los derechos sociales y la accesibilidad a los servicios públicos, la violación de los derechos humanos y golpeteo a las libertades democráticas y la precarización del trabajo que se desarrollan de manera unilateral pueden articularse en una plataforma común mediante un proceso de convergencia que unifique y dirija sus fuerzas. Una plataforma de esta naturaleza tendría que sujetarse a principios básicos de independencia y autonomía, y procurase un programa de lucha anticapitalista que le permitiera acumular fuerzas en una perspectiva de cambio profundo en nuestro país ensayando múltiples formas de integración comunitaria que perfilaran alternativas de organización social y económica, constituyeran nuevas formas de organización de contrapoder social y perfilaran la lucha política popular en mejores condiciones. En primera instancia la estructura ejecutiva ha diseñado un proceso de articulación de estas plataformas mediante un diálogo inicial que sopese esta perspectiva.
• La Disputa por la Nación La Nueva Central de Trabajadores asume que la lucha por una verdadera transformación democrática de México y por enterrar al nefasto modelo neoliberal aún está por delante. Advertimos del riesgo de que todo cambie para que todo quede igual, de que este acontecimiento histórico no conduzca a los cambios que está exigiendo el pueblo de México. Ya lo vivimos cuando el triunfo de Fox con el que se nos vendió el cuento de la “alternancia” para que nada cambiara. Hoy el signo de la victoria es distinto, pero ahí siguen los viejos poderes económicos y políticos listos para frustrar las aspiraciones populares y para inclinar a la nueva presidencia hacia sus intereses. Y ahí están también visibles las señales en el futuro gobierno y su partido de reciclar los residuos del viejo régimen y no trastocar de fondo sus nefastas políticas económicas neoliberales. Sin el protagonismo político de los trabajadores organizados, la derrota electoral de los partidos neoliberales puede convertirse en un simple reacomodo de fuerzas al interior del bloque dominante, en el desplazamiento de una fracción política por otra que entra al relevo para remontar la crisis de legitimidad del régimen de partidos. A pesar de la importante victoria, el pueblo de México debe asumir que con la sola votación no hay garantías para que se cumplan sus reivindicaciones. Sólo la profundización de la participación y la organización del pueblo trabajador, de las comunidades, de los pueblos originarios, de los campesinos, de las mujeres y los jóvenes, puede ser la garantía del cambio verdadero. Los trabajadores, en particular, no pedimos dádivas, sólo exigiremos que se respete por fin nuestra libertad de deshacernos del control corporativo, de los charros corruptos, de los sindicatos de protección y que no se obstaculice nuestro derecho de organizarnos en sindicatos auténticos. Que se incremente no sólo los salarios mínimos, sino los profesionales y, sobre todo, que se acabe con el ignominioso tope salarial. La Nueva Central de Trabajadores llama a la constitución de un poderoso polo social que exija al nuevo gobierno el cumplimiento de sus compromisos hechos en campaña; que contrapese a los poderes económicos, políticos y mediáticos de siempre que buscarán mantener al país bajo su control o desestabilizarlo como lo han hecho en otros países; que empuje por llevar a la nación a una verdadera transformación democrática y social.
La coyuntura que se abre, la enorme crisis política que se está profundizando, aunque sin subestimar sus riesgos, podría ser favorable para darle vuelta a la tortilla, para salir del abismo y la posición defensiva a otra en la que el pueblo trabajador vuelva a tener el protagonismo en la reconstrucción de la nación.
Fraternalmente.
ESTRUCTURA EJECUTIVA NACIONAL DE LA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES México agosto de 2018

Con información de la Secretaría del Exterior.